Es una estrella, es decir, un cuerpo celeste que brilla con luz propia, compuesto de hidrógeno y helio a enormes temperaturas en estado de plasma.
El cuerpo del planeta es rocoso y se caracteriza por la presencia de cráteres, resultado de los múltiples impactos de cuerpos celestes de menor tamaño.
Es un planeta rocoso con un tamaño y composición similar a la Tierra, a excepción de su atmósfera, compuesta por gases tóxicos. Por otra parte, su núcleo es de níquel y hierro.
La Tierra es el tercer planeta orbitando alrededor del Sol. Su composición terrestre, la presencia de agua y una atmósfera compuesta por oxígeno, nitrógeno y vapor de agua, hicieron posible que se generaran las condiciones para la vida.
Es conocido también como “el planeta rojo” debido al color de su superficie, originado por la presencia de óxido de hierro. Su atmósfera es de dióxido de carbono y tiene dos satélites naturales: Fobos y Deimos.
Júpiter tiene una composición gaseosa en la que el hidrógeno y el helio son los componentes principales.
Conocido por los siete anillos que lo rodean, Saturno también se caracteriza por la presencia de polos achatados producidos por su baja gravedad y rápido movimiento de rotación.
Es un planeta gaseoso compuesto por gas metano en mayor proporción, seguido de hidrógeno y helio.
Junto a Júpiter y Urano conforman el grupo de planetas gaseosos, ya que su atmósfera se compone principalmente de hidrógeno, helio y rastros de hidrocarburos.
Es un planeta enano del sistema solar situado a continuación de la órbita de Neptuno.